Hace unos días una amiga me dijo
que me estaba volviendo vieja, enseguida con mi cerebro de cuaima criolla pensé
en quemarla viva o arrastrarla por el cabello por toda la gobernación cojedeña;
y segundo seguido pensé que era por los kilos de más o quizás alguna línea de
expresión imprudente que empezaba a asomarse, pero rápidamente como leyendo mi
mente – eso sólo ocurre entre mujeres-
atinó a decir que el amor, que yo demostraba por las matas y los perros
eran vainas de viejas.
Desde ese día me he puesto a
analizar la situación y no, definitivamente, no son vainas de viejas, puesto
que he visto a muchos niños amar a sus mascotas y a mucho adolescente y
jovencitos marchando por las causas de los animales. Así que aunque sé que no
soy vieja, puesto que aún no llego ni a la cuarta década, el hecho de que me
gusten los perros, no indica que tengo gustos de vieja.
Los animales en términos
generales son seres maravillosos, pero en el caso de los perros, son
excepcionales. Después de haber conocido tanta gente sin escrúpulos, sin
valores y sin sentimientos, puedo decir sin temor a equivocarme que los perros
son mejores que muchos humanos, ojalá y aprendiéramos un poco de ellos.
Los perros son perceptivos,
inteligentes, amorosos, graciosos y demás sinónimos, además por supuesto de ser
fieles hasta la muerte. Un perro puede saber cuando estás triste y simplemente
sentarse a tu lado sin ladrar sólo mostrando su solidaridad o incluso limpiarte
las lágrimas si es necesario. Sabe si estás alegre y busca su pelota para que
compartas con él. Sabe en quien confiar y en quien no, y sobretodo puede
esperarte bajo sol o lluvia durante horas, días y hasta semanas solo para
recibir una caricia.
Por eso protesto cada vez que
alguna fémina ofendida llama perro a un hombre, que insulto es ése para tan
noble animal!!, que va, a los hombres podemos decirles de muchas otras formas,
ahí voy con algunos adjetivos: mamarracho, disfraz, plaga, porquería y mejor no
sigo porque me desvío del tema principal; pero perro, jamás, amigas déjense de eso!!.
Está comprobado científicamente
que un perro ayuda a superar más rápidamente la depresión, no sólo porque
tienes a alguien en quien ocupar tu tiempo y mente, sino porque recibes el
afecto que a todos los pacientes les hace falta para rehabilitarse. Esto sin
mencionar que en la actualidad son usados en los hospitales para mejorar a
pacientes de enfermedades complicadas como el cáncer. Si señor todo eso lo
puede hacer un perro, además de descubrir drogas o ser rescatistas, claro está,
esos ya son profesionales, pero los criollitos que vemos en las calles son
capaces de dar más amor que cualquier persona.
Que hay que recoger pupú todos
los días para que las casas huelan a limpio, que hay que bañarles
periódicamente, vacunarlos, darles vitaminas, atenderlos cuando enferman y
gastar un dineral en perrarina y shampoo, también es cierto, pero la alegría
que brindan, el amor y la fidelidad definitivamente no tiene precio.
Está comprobado que los
delincuentes mas grandes de la historia, empezaron siendo niños que practicaban
la crueldad contra los animales, ése fue el punto de partida. Los niños son lo
que les enseñamos con las palabras y en especial con el ejemplo, un niño que
ama los animales y aprende la responsabilidad de cuidar a otro ser,
difícilmente será una mala persona. No al maltrato animal, No a la comparación
de los perros con los hombres!!!!!!. (Escrito en 2012)
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