16 de enero de 2017.- Acaban de
conmemorarse los 157 años de su muerte, y después de tanto tiempo los
historiadores y estudiosos del tema continúan el debate y sin ponerse de
acuerdo sobre cómo y quién mató en tierras sancarleñas al recordado “General del Pueblo” y líder de la Revolución
Federal, Ezequiel Zamora.
Cada vez que se explica en un aula de
clases que el vencedor de la Batalla de Santa Inés, murió en un pequeño pueblo
llanero y que jamás se supo a ciencia cierta quién lo hizo, causa extrañeza y
exclamación, sin embargo pese a muchos intentos por dilucidar la verdad de los
hechos, no han llegado a ponerse de acuerdo y siguen actuales las preguntas
sobre conspiraciones y hechos históricos ¿cómo desde un campanario tan alto
pudieron dar un disparo tan certero? ¿si las armas de la época no tenían gran
alcance, como pudieron asestarle el disparo en la cabeza? ¿sería su cuñado Juan
Falcón quien lo mandó a matar por envidia? ¿Fue Guzmán Blanco el autor
intelectual?.
Preguntas de teorías conspirativas que
siguen sin respuesta pese a que no sólo han sido particulares quienes se han
interesado en el tema, sino incluso algunos Presidentes de la República quienes
se han dedicado a indagar, como lo hizo
personalmente en 1904, Cipriano Castro, llegando a la conclusión de que fue una
muerte hecha por las tropas enemigas y no un asesinato por su propia gente como
muchos afirman. En el boletín histórico
número 2 de Miraflores de 1959, Castro afirmó “En cuanto a la bala que arrebató la vida al malogrado caudillo de la
federación, tengo el profundo convencimiento que partió de las filas sitiadas
en San Carlos. La notoria y sostenida magnanimidad del General Falcón, la
virtud sobresaliente del General Guzmán Blanco… Inducen a creer que ellos no pudieron incurrir en el nefasto crimen de
la inicua traición… Hay más en mi abono de mi convicción al respecto, entre los
sitiados de San Carlos se hallaba mi otro hermano político, señor Joaquín
Espinoza quien me ha referido que un día pidió premio un oficial porque había
matado a uno de los jefes principales del bando contrario” .
Sin embargo esta investigación de
Castro y otras tantas que se han realizado no calman las dudas de las teorías
conspirativas que nacieron desde el mismo momento de la muerte de Zamora, como
principal exponente de esta teoría se encuentra el General Felix Bigotte quien
en 1868 escribió el libro antiguzmancista El Libro de Oro, donde acusa a los
Generales Juan Crisóstomo Falcón y Antonio Guzmán Blanco de la muerte de
Ezequiel Zamora por haber demostrado ser superior en combate, afirmando que fue
amenazado para que se callara, acotando que la inmediata sepultura de Zamora
para “no desmoralizar la tropa” es otra prueba que incrimina a Guzmán Blanco.
Luego de esta afirmación, ha seguido latente en la memoria colectiva la teoría
de la traición a pesar de que no existen pruebas de ello, convirtiéndose en el
mayor mito que cubra la partida del prócer.
La mayoría de los historiadores con
bases y estudios científicos afirman que la bala que segó la vida de Zamora
salió de las filas enemigas, dos prestigiosos de ellos como Manuel Landaeta Rosales en su libro Biografía del
valiente ciudadano General Ezequiel Zamora (1893) y Luís Level de Goda en su
obra Historia Contemporánea de Venezuela, Política y Militar (1856-1886), así
lo dicen, sin embargo nace otro mito que no han podido dilucidar ¿de dónde
salió la bala?, unos dicen que del campanario de la iglesia, otros que de los
balcones, otros que de las líneas rectas.
Este es el
mayor mito de todos los establecidos, pues con las pruebas planimétricas de
hoy, aún no deciden cual fue el sitio específico, el historiador y general de
esa época federalista Jacinto Regino Pachano, afirma que fue el bando contrario
quien lo mató, pero no dice de dónde salió la bala; escribió en su libro Muerte
del General Ezequiel Zamora “Estos estaban
situados, unos dentro de una casa con solo una calle de por medio, y otros en
los balcones y torres de las iglesias y de las casas situada en la plaza
principal y sus contornos, desde donde podían muy bien distinguir y hasta
reconocer la persona del General Zamora”.|
Casi 200 años después de su muerte y
como todo ilustre personaje de la historia, Zamora sigue rodeado de misterios,
pero su pensamiento equivocado o acertado, sigue vigente, el actual gobierno lo
ha hecho vigente y se le empieza a rendir un culto que muchos hitoriadores
afirman es errado porque Zamora fue un sanguinario. Yo como soy antiguerra creo
que quien las inicia no es digno de ningún homenaje, por eso no creo deba
rendirse honores a este personaje, y si me preguntan que creo, después de
analizar las teorías, pienso que lo mandó a matar su cuñado Falcón, motivos le
sobraban y recursos también, obvio esta es una débil afirmación, pero es mi opinión como cojedeña
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