Los venezolanos están
acostumbrados a hacer colas, por comida, por artículos de higiene personal, gas
o un simple pan, pero las del 16 J tanto en Venezuela como en el exterior
fueron sitio de encuentro que tenían un común denominador, el rechazo hacia
Nicolás Maduro y su gobierno.
En la avenida Arequipa de Miraflores en Lima, los venezolanos
hicieron con alegría sus 4, 5 o hasta 6 horas de cola, no les importaba las
bajas temperaturas, ese no era motivo para retirarse, ni el cansancio, ni el
hambre, pues el que no tenía comida, el de adelante o el de atrás le brindaba
para que no se fuera, ustedes saben era una consulta popular no de cualquier
país, sino de Venezuela, eran venezolanos y los venezolanos somos así
solidarios y dadivosos.
Si tenías cansancio pasaba cualquier maracucho con cornetas
animando la cosa, o al rato los jóvenes gritando consignas, otros tocaban
tambores, en fin, aburrimiento no había. En la fila se conocieron, Ricardo Ruiz,
Francisco Nessy y Alondra Alarcón, todos de distintas partes de Venezuela, pero
como la música es el idioma universal, los muchachos enseguida pusieron a sonar
sus violines y trompetas en hermosas piezas como Venezuela, el trompetista
Nessy dijo “yo voy para argentina, pero decidí quedarme en Perú hoy para poder
votar en contra del gobierno de Maduro, no iba a dejar de participar”. Así se
dieron los números de teléfono y prometieron seguir en contacto.
En las colas habían personas con perros pues no podían
dejarlos encerrados todo el día, así que les ponían cobijas para abrigarlos,
pero no se movían del sitio, el deber era votar. Hubo un superhéroe que al
mejor estilo de batman se amarró la bandera en la espalda, claro, tenía doble
función, recordar a Venezuela y abrigarse un poco.
En fin, tomando chocolate, café o cerveza, comiendo pan
peruano o empanada venezolana, todos se quedaron con un solo propósito, impedir
que Maduro instaure oficialmente la dictadura y así todos poder regresar a
casa-
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